Criados libremente en la dehesa, lo que les otorga un sabor peculiar al tener más movilidad. La base de la alimentación de los cerdos de esta raza ibérica son bellotas y pastos naturales.
Cereza cubierta de tonos granates. En boca, frutos negros maduros con notas de leche, balsámico. En boca sabroso, potente, tanino persistente, con sabor a roble.